Dia del abandono

Fue una tarde soleada, cómo olvidarme de esto,
nosotros copamos la piojera, ellos eran mil quinientos.
Todo estaba listo para el comienzo, Pompei dio el primer pitazo,
y diez minutos más tarde, Zapata nos metió un golazo.
¿Qué hacemos dije ahora? no nos pusimos mal,
sin tiempo para penas, el Topo empató de penal.
Seguimos alentando, como es costumbre nuestra, a pesar de que al rato, pasamos a perder de vuelta.
Se fue el primer tiempo, todos ellos se sentaron,
y desconcertados admiraron, lo que de nuestro lado ocurría,
seguíamos de fiesta cantando, que íbamos ganando parecía.
Empezó el complemento, y poco duró su alegría,
un grave error de Angeleri y se las mandó a guardar Enría.
Dos a dos el partido, y pusimos entonces la pava,
presentíamos que lo mejor, en poco tiempo ya llegaba.
Mientras que en aquel momento me lamentaba , del buen gol que había hecho el Pepi, el encargado de vacunar a Nacho, era de nuevo Sanguinetti.
Los amargos observaban, con mirada odiosa y penosa,
la sutileza con la que más tarde, se las mandaba a guardar el Pampa Sosa.
Cuatro a dos y con baile, nosotros gritando y ellos callados, parecíamos realizados,
pero aún faltaba algo, la frutilla del helado:
se fueron antes de lo estipulado,
de forma cobarde a su equipo renunciaron,
y divisé fascinado la manera en que abandonaron.
Como padre me averguenzo de la negligencia de mi hijo,
no es que sea un mal educado, es un mal aprendido.
Me despido finalmente y en lo que diré den me bola:
"amargo el que no gana, pero más amargo el que abandona".


ESTO ES UN PEQUEÑO RECUERDO DE AQUEL DÍA TAN FAMOSO PARA LA FAMILIA TRIPERA